A pesar de que muchos coinciden que es mejor dejarse llevar y el momento hablara por si solo. Para otras personas cualquier decisión que sea tomada en conjunto requerirá un gran análisis y nada puede quedar al azar.

Llega un momento en la vida de pareja en que se hace necesario pensar si es  viable compartir vida juntos. La pregunta es ¿cuándo puede ser ese momento perfecto para empezar a convivir con tu pareja?. Si eres de las personas que requieren de tiempo y análisis,  puede que hasta hayas hecho ya una lista con los pros y contras. Para la mayoría de las mujeres encontrar el momento perfecto es fundamental. Si te mudas demasiado pronto, sin estar preparados, puede no funcionar. Pero si dejas que el tiempo pase esperando “la señal de los astros” tal vez tampoco funcione.

¿Cuándo es el momento? Según un estudio de Rent.com en 2015, el 37% de las parejas se va a vivir juntas cuando ya llevan de seis meses a un año. El 39% lo hace al cabo de uno a dos años. Pero la experiencia de muchas parejas nos enseña que no existe una receta mágica que impida cometer un error o que nos dé la certeza de que todo marchará bien, es más, podríamos decir que el momento perfecto no existe, como dice la canción “sumar tiempo no es sumar amor”. Lo importante, debiese ser considerar cuatro puntos antes del gran paso:

-Ninguno de los dos sale con otras personas y ya conocen a sus respectivas familias y amigos.

-Hablan del futuro. Hablan de los planes de vida que tiene cada uno, han hablado si prefieren a futuro formalizar con un matrimonio, con hijos, con adquirir bienes en común. Sea como sea, conviene discutirlo siempre antes.

-Han hablado de dinero. Si bien, es un tema un poco engorroso pero es necesario hacerlo antes de dar el paso de convivir en pareja. Tener claridad sobre la situación económica de cada uno, sus gastos fijos, sus deudas adquiridas con anterioridad y el costo de una vida juntos.-Ambos deben querer irse a vivir juntos. No se trata de dejar contento al otro, ni irse por un sentimiento de culpabilidad o porque te saldrá más barato el arriendo. Debe existir una claridad sobre todo lo que implica compartir espacios, enfrentar desavenencias, pero tener la convicción de que si hay amor todo lo puede.